Diagnóstico
Después de una evaluación médica para ayudar a descartar otras afecciones médicas, es posible que el proveedor de atención médica haga una remisión a un profesional de salud mental para una evaluación posterior.
El diagnóstico del trastorno dismórfico corporal se basa comúnmente en lo siguiente:
- Una evaluación psicológica que evalúa los factores de riesgo y los pensamientos, sentimientos y conductas relacionados con una imagen negativa de sí mismo
- Antecedentes médicos, personales, sociales y familiares
- Signos y síntomas
Tratamiento
En el tratamiento para el trastorno dismórfico corporal se suele combinar terapia cognitiva conductual con medicamentos.
Terapia cognitiva conductual
La terapia cognitivo conductual para el trastorno dismórfico corporal se centra en:
- Ayudarte a aprender cómo los pensamientos negativos, las reacciones emocionales y las conductas mantienen los problemas a través del tiempo
- Desafiar los pensamientos negativos automáticos sobre la imagen corporal y aprender maneras más flexibles de pensar
- Aprender maneras alternativas de manejar los impulsos o los rituales para reducir las veces que te miras al espejo, la necesidad constante de quedarte tranquilo o el uso excesivo de los servicios médicos
- Enseñarte otras conductas para mejorar tu salud mental, tales como tratar la evasión social, y aumentar la participación con personas que te apoyen y en actividades saludables
Tú y tu proveedor de atención de salud mental pueden hablar acerca de tus metas u objetivos para la terapia y desarrollar un plan de tratamiento personalizado para aprender y fortalecer la capacidad de afrontar una situación difícil. La participación de los miembros de la familia en el tratamiento puede ser especialmente importante, en particular para los adolescentes.
Medicamentos
Aunque no hay medicamentos aprobados específicamente por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar el trastorno dismórfico corporal, los medicamentos utilizados para tratar otras afecciones de salud mental, como la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo, pueden ser eficaces.
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Debido a que el trastorno dismórfico corporal podría deberse en parte a problemas relacionados con la serotonina (una sustancia química que produce el cerebro), se pueden prescribir inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI, por sus siglas en inglés). Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina parecen ser más eficaces para el trastorno dismórfico corporal que otros antidepresivos y pueden ayudar a controlar los pensamientos negativos y las conductas repetitivas.
- Otros medicamentos. En algunos casos, puedes beneficiarte de tomar otros medicamentos además de un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (SSRI, por sus siglas en inglés), según sean tus síntomas.
Internación
En algunos casos, los síntomas del trastorno dismórfico corporal pueden ser tan graves como para que sea necesaria una internación psiquiátrica. Por lo general, esto se recomienda solamente cuando no puedes mantener el ritmo de tus responsabilidades cotidianas o cuando estás en riesgo inminente de hacerte daño.
Estilo de vida y remedios caseros
El trastorno dismórfico corporal requiere tratamiento por parte de un profesional en salud mental. Pero puedes hacer algunas cosas para colaborar con tu plan de tratamiento, por ejemplo:
- Cumple con tu plan de tratamiento. No te saltees las sesiones de terapia, aunque no tengas ganas de ir. Incluso si te sientes bien, continúa tomando tus medicamentos. Si dejas de tomarlos, los síntomas pueden reaparecer. También podrías experimentar síntomas similares a los de la abstinencia si dejas de tomar un medicamento de forma demasiado repentina.
- Infórmate sobre tu trastorno. La información sobre el trastorno dismórfico corporal puede empoderarte y motivarte a seguir con tu plan de tratamiento.
- Presta atención a las señales de advertencia. Trabaja con el proveedor de atención médica o de salud mental en la identificación de lo que pueda desencadenar tus síntomas. Haz un plan para saber qué hacer si los síntomas reaparecen. Consulta al proveedor de atención médica o de salud mental si notas cambios en los síntomas o en cómo te sientes.
- Practica las estrategias aprendidas. En casa, practica como rutina las habilidades que aprendes durante la terapia para que se conviertan en hábitos más fuertes.
- Evita las drogas ilícitas y el alcohol. El alcohol y las drogas recreativas pueden empeorar los síntomas o interactuar con los medicamentos.
- Mantente activo. La actividad física y el ejercicio pueden ayudar a controlar muchos síntomas, como la depresión, el estrés y la ansiedad. Prueba caminar, trotar, nadar, trabajar en el jardín o hacer otra forma de actividad física que disfrutes. Sin embargo, evita el ejercicio excesivo como una forma de arreglar una falla percibida.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Habla con tu proveedor de atención médica o profesional de salud mental acerca de cómo mejorar tus capacidades de afrontar una situación difícil y las maneras de enfocarse en identificar, controlar y cambiar los pensamientos y comportamientos negativos acerca de tu apariencia.
Ten en cuenta estos consejos para ayudar a lidiar con el trastorno dismórfico corporal:
- Escribe en un diario. Esto puede ayudarte a identificar mejor los pensamientos, emociones y comportamientos negativos.
- No te aísles. Trata de participar en actividades sociales y haz reuniones periódicas con amigos y familiares que puedan actuar como apoyo saludable.
- Cuídate. Come alimentos saludables, haz actividad física y duerme lo suficiente.
- Únete a un grupo de apoyo. Conéctate con otras personas que se enfrentan a desafíos similares.
- Mantente enfocado en tus metas. La recuperación es un proceso continuo. Mantente motivado teniendo en cuenta tus objetivos de recuperación.
- Aprende a relajarte y a manejar el estrés. Trata de practicar técnicas para reducir el estrés, como la meditación o la respiración profunda.
- No tomes decisiones importantes cuando sientas aflicción o desesperación. Es posible que no estés pensando con claridad y que te arrepientas de tus decisiones más adelante.
Preparación para la consulta
Si bien puedes comenzar a hablar con el proveedor de atención médica sobre tus inquietudes, es probable que se te remita a un profesional de salud mental, como un psiquiatra o psicólogo, para obtener una evaluación más detallada y tratamiento especializado.
Qué puedes hacer
Antes de la cita médica, prepara una lista de lo siguiente:
- Cualquier síntoma que tú o tu familia hayan notado, y su duración. Pregunta a tus amigos o familiares si se han sentido preocupados por tu conducta y lo que han notado.
- Información personal importante, incluidas situaciones traumáticas del pasado y cualquier factor importante de estrés actual. Averigua sobre los antecedentes médicos de tu familia, e incluye cualquier antecedente de afecciones de salud mental como el trastorno dismórfico corporal y el trastorno obsesivo compulsivo.
- Tu información médica, incluidas otras afecciones de salud física o mental con las que hayas sido diagnosticado.
- Todos los medicamentos que tomas, incluidos los nombres y las dosis de medicamentos, hierbas, vitaminas u otros suplementos que estés tomando.
- Preguntas que quieras hacer al proveedor de atención médica o proveedor de salud mental para aprovechar al máximo la cita médica.
Estas son algunas preguntas básicas:
- ¿Qué cree que es lo más probable que esté causando mis síntomas?
- ¿Cuáles son otras causas posibles de mis síntomas?
- ¿Podría ser útil la terapia conductual?
- ¿Hay medicamentos que me puedan ayudar?
- ¿Cuánto tiempo durará el tratamiento?
- ¿Qué puedo hacer para ayudarme a mí mismo?
- ¿Tienen folletos u otros materiales impresos que pueda llevarme?
- ¿Hay algún sitio web que pueda recomendarme?
No dudes en hacer preguntas adicionales durante la cita médica.
Qué esperar del médico
Es posible que el proveedor de atención médica o el proveedor de salud mental te pregunten lo siguiente:
- ¿Te preocupa tu apariencia?
- ¿Cuándo empezaste a preocuparse por tu apariencia?
- ¿Cómo se ve afectada tu vida cotidiana a causa de tus síntomas?
- ¿Cuánto tiempo pasas cada día pensando en tu apariencia?
- ¿Qué otro tratamiento, si lo hubiere, te has realizado?
- ¿Qué procedimientos estéticos, si los hubiere, te has realizado?
- ¿Qué has intentado hacer por tu cuenta para sentirte mejor o controlar tus síntomas?
- ¿Qué te hace sentir peor?
- ¿Han comentado tus amigos o familiares sobre tu estado de ánimo o conducta?
- ¿Tienes algún pariente al que se le haya diagnosticado una afección de salud mental?
- ¿Qué beneficios esperas obtener del tratamiento?
- ¿Qué medicamentos, hierbas u otros suplementos tomas?
Tu proveedor de atención médica o el proveedor de salud mental te harán preguntas adicionales según tus respuestas, síntomas y necesidades. Preparar y anticipar las preguntas te ayudará a aprovechar al máximo la cita.