Diagnóstico
No existen pruebas específicas para detectar la parálisis de Bell. El profesional de atención médica observará tu cara y te pedirá que muevas los músculos faciales. Te pedirá que cierres los ojos, levantes las cejas, muestres los dientes y frunzas el ceño, entre otros movimientos.
Otras afecciones, como un accidente cerebrovascular, infecciones, la enfermedad de Lyme, afecciones inflamatorias y tumores, pueden causar debilidad de los músculos faciales, que se puede confundir con la parálisis de Bell. Si la causa de tus síntomas no está clara, es posible que el profesional de atención médica te recomiende otras pruebas, como las siguientes:
- Electromiografía. Esta prueba puede confirmar la presencia de una lesión en los nervios y determinar su gravedad. Una electromiografía mide la actividad eléctrica de un músculo en respuesta a una estimulación. También mide la naturaleza y la velocidad de la conducción de impulsos eléctricos por un nervio.
- Exploraciones por imágenes. En ocasiones, es necesario hacer una resonancia magnética o una tomografía computarizada para descartar otras posibles fuentes de presión sobre los nervios faciales, como son los tumores o las fracturas de cráneo.
- Análisis de sangre. No hay un análisis de sangre que detecte la parálisis de Bell. Sin embargo, se pueden hacer análisis de sangre para descartar la enfermedad de Lyme u otras infecciones.
Tratamiento
La mayoría de las personas con parálisis de Bell se recupera por completo, con o sin tratamiento. Para la parálisis de Bell, no existe un tratamiento único. Sin embargo, el profesional de atención médica puede sugerirte medicamentos o fisioterapia para ayudar a acelerar la recuperación. En muy pocas ocasiones la cirugía es una opción para la parálisis de Bell.
Dado que el ojo del lado afectado no se cierra, es importante tomar medidas para protegerlo y cuidarlo. Usa gotas lubricantes para los ojos durante el día y un ungüento a la noche para mantener el ojo húmedo. Usa lentes o gafas durante el día y un parche en el ojo a la noche para evitar tocarlo o rascarlo. Es probable que debas consultar con un profesional de atención médica para que te vigile el ojo.
Medicamentos
Los medicamentos que se utilizan comúnmente para tratar la parálisis de Bell incluyen los siguientes:
- Corticoides, como la prednisona (Rayos, Prednisone Intensol). Estos son potentes agentes antiinflamatorios. Si pueden reducir la hinchazón del nervio facial, el nervio puede adaptarse más fácilmente dentro del conducto óseo que lo rodea. Los corticoides pueden ser más eficaces si se empiezan a tomar a los pocos días desde el inicio de los síntomas. Cuando los esteroides se comienzan a tomar de manera temprana mejoran la probabilidad de recuperarse completamente.
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Medicamentos antivirales. La función de los antivirales aún no se ha definido. Los antivirales, por sí solos, no han demostrado beneficios en comparación con el placebo. Los antivirales que se toman junto con esteroides podrían beneficiar a algunas personas con parálisis de Bell, pero esto aún no se ha comprobado.
No obstante, a veces se administra un medicamento antiviral, como valaciclovir (Valtrex) o aciclovir, en combinación con prednisona en personas con parálisis facial grave.
Fisioterapia
Los músculos paralizados pueden achicarse y acortarse, y esto podría ser de forma permanente. Un fisioterapeuta puede enseñarte cómo masajear y ejercitar los músculos faciales para ayudar a prevenir que esto ocurra.
Cirugía
En el pasado, se utilizaba la cirugía de descompresión para aliviar la presión en el nervio facial al abrir el pasaje óseo por el cual pasa el nervio. En la actualidad, no se recomienda la cirugía de descompresión. Los riesgos posibles asociados con esta cirugía incluyen lesión del nervio facial y pérdida auditiva permanente.
Rara vez, es posible que se necesite cirugía plástica para corregir problemas permanentes del nervio facial. La cirugía de reanimación facial ayuda a que el rostro se vea más parejo y puede restaurar el movimiento facial. Entre los ejemplos de este tipo de cirugía se incluyen el levantamiento de cejas, levantamiento de párpados, implantes faciales e injertos de nervio. Es posible que algunos procedimientos, como el levantamiento de cejas, deban repetirse después de varios años.
Estilo de vida y remedios caseros
El tratamiento en el hogar puede incluir lo siguiente:
- Tomar analgésicos. La aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o el acetaminofén (Tylenol u otros) están disponibles sin una receta médica y pueden ayudar a aliviar el dolor.
- Hacer ejercicios de fisioterapia. Masajear y ejercitar el rostro de acuerdo con las recomendaciones del fisioterapeuta puede ayudarte a relajar los músculos faciales.
Medicina alternativa
Aunque hay poca evidencia científica para apoyar el uso de medicina alternativa para tratar la parálisis de Bell, quienes tienen esta afección pueden beneficiarse de lo siguiente:
- Acupuntura. Colocar agujas finas en un punto específico de la piel ayuda a estimular los nervios y los músculos, lo que puede proporcionar un poco de alivio.
- Entrenamiento de biorretroalimentación. La capacitación en biorretroalimentación puede ayudarte a controlar mejor tus músculos faciales, ya que te enseña a usar tus pensamientos para controlar el cuerpo.
- Toxina botulínica A o bótox. Este medicamento puede ayudar a controlar síntomas como los espasmos faciales y el lagrimeo. Las inyecciones de toxina botulínica A también pueden ayudar a mejorar el equilibrio de la cara.
Preparación para la consulta
Para comenzar, puedes consultar al profesional de atención médica. Es posible que te remita de inmediato a un neurólogo, que es un médico que se especializa en el sistema nervioso.
Es una buena idea prepararse para la cita. A continuación, encontrarás información útil para prepararte.
Lo que puedes hacer
- Anota cualquier síntoma que tengas. Asegúrate de indicar todos los síntomas, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita.
- Anota tu información personal esencial. ¿Has pasado últimamente por situaciones estresantes o cambios importantes en tu vida? Esta información puede ser útil para el diagnóstico.
- Haz una lista de todos los medicamentos. Incluye la dosis de cualquier medicamento que estés tomando. También haz una lista de las vitaminas y los suplementos que estés tomando.
- Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que recibes durante una cita. Es posible que la persona que te acompañe recuerde información que tú pasaste por alto u olvidaste.
- Anota las preguntas que quieres hacer.
Preparar una lista de preguntas te ayudará a aprovechar al máximo tu tiempo con el profesional de atención médica. En el caso de la parálisis de Bell, algunas preguntas básicas incluyen las siguientes:
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles de mis síntomas?
- ¿Qué tipo de pruebas deben hacerme?
- ¿Es probable que esta afección sea temporal o persistente?
- ¿Qué tratamientos hay para la parálisis de Bell? ¿Cuál me recomienda?
- ¿Existen alternativas al enfoque primario que me indica?
- Tengo otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlar estas afecciones de manera conjunta?
- ¿Tiene algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme a casa? ¿Qué sitios web me recomienda?
Si se te ocurren otras preguntas durante la cita, no dudes en hacerlas.
Qué esperar de tu médico
Prepárate para responder preguntas como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
- ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
- ¿Alguno de tus parientes alguna vez tuvo parálisis de Bell o problemas de parálisis facial?
- ¿Has tenido algún síntoma de una infección más generalizada?
Qué puedes hacer mientras tanto
Si tienes dolor facial:
- Toma analgésicos. La aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o el acetaminofén (Tylenol u otros) pueden ayudar a aliviar el dolor.
- Aplica calor húmedo. Colocar un paño empapado en agua tibia en tu rostro varias veces al día puede ayudar a aliviar el dolor.
Si el ojo no se cierra completamente, prueba con estos consejos:
- Usa el dedo para cerrarte el ojo varias veces a lo largo del día.
- Usa gotas lubricantes para los ojos.
- Usa anteojos durante el día para protegerte el ojo.
- Usa un parche para el ojo durante la noche.