Diagnóstico
Tu dentista probablemente olerá el aliento de tu boca y de tu nariz, y calificará el olor en una escala. Debido a que la parte posterior de la lengua suele causar el olor, el dentista también puede rasparla y evaluar su olor.
Algunos dispositivos también pueden detectar determinadas sustancias químicas que causan mal aliento. Sin embargo, estos instrumentos no siempre están disponibles.
Tratamiento
Para reducir el mal aliento, evitar las caries y disminuir el riesgo de las enfermedades de las encías, límpiate la boca y los dientes con regularidad. Otros tratamientos para el mal aliento pueden variar. Si tu dentista cree que la causa del mal aliento es otra enfermedad, es probable que tengas que acudir a tu profesional principal de atención médica o a un especialista.
Tu dentista trabajará contigo para ayudarte a controlar mejor el mal aliento causado por problemas en la boca. Las medidas dentales pueden incluir las siguientes:
- Enjuagues bucales y dentífricos. Si el mal aliento se debe a una acumulación de bacterias, conocida como placa, en los dientes, tu dentista puede recomendarte un enjuague bucal que las elimine. También puede recomendarte un dentífrico que contenga un agente antibacteriano para eliminar las bacterias que causan la acumulación de placa.
- Tratamiento de la enfermedad dental. Si tienes una enfermedad de las encías, tu dentista puede sugerirte que acudas a un periodoncista, que es un especialista en encías. La enfermedad de las encías puede hacer que estas se separen de los dientes, lo que crea bolsas profundas que se llenan de bacterias y causan el mal olor. A veces, para eliminar estas bacterias, basta con que el profesional te haga una limpieza. Tu dentista también puede recomendarte que reemplaces los empastes rotos, que son un terreno de cultivo para las bacterias.
Estilo de vida y remedios caseros
Sigue estos consejos para reducir o evitar el mal aliento:
- Cepíllate los dientes después de comer. Deja un cepillo de dientes en tu trabajo para cepillarte después de comer. Cepíllate con un dentífrico que contenga fluoruro al menos dos veces al día, especialmente después de comer. Se demostró que el dentífrico con propiedades antibacterianas reduce el mal aliento.
- Usa hilo dental, al menos, una vez al día. El uso correcto del hilo dental elimina las partículas de comida y la placa que hay entre los dientes, y ayuda a controlar el mal aliento.
- Cepíllate la lengua. En la lengua se acumulan bacterias, por lo que cepillarla cuidadosamente puede reducir los olores. Un raspador lingual puede ayudar a las personas que tienen la lengua recubierta por una gran proliferación de bacterias, por ejemplo, por fumar o por sequedad en la boca. También se puede usar un cepillo de dientes que tenga un raspador lingual incorporado.
- Limpia los puentes dentales, la dentadura postiza, los retenedores y los protectores bucales. Si usas un puente o una dentadura postiza, límpialos bien al menos una vez al día o según lo que te indique el dentista. Si usas un retenedor o protector bucal, límpialos cada vez que los uses. Tu dentista puede recomendarte el mejor producto de limpieza.
- Mantén la boca hidratada. No fumes y bebe mucha agua. No consumas demasiada cafeína ni bebas alcohol, y evita los alimentos condimentados. Todos ellos pueden crear sequedad en la boca. Come goma de mascar o un caramelo, preferentemente sin azúcar, para producir más saliva. Para la sequedad constante en la boca, tu profesional de atención médica puede recetarte un preparado de saliva artificial o un medicamento que se toma por vía oral y aumenta el flujo de saliva.
- Haz cambios en tu alimentación. Evita los alimentos, como la cebolla o el ajo, que pueden causarte mal aliento. Comer muchos alimentos azucarados también se vincula con el mal aliento.
- Cambia tu cepillo de dientes. Cambia el cepillo de dientes cuando se desgaste; es decir, cada 3 o 4 meses, o antes si es necesario. Además, elige un cepillo de dientes de cerdas suaves.
- Programa exámenes dentales regulares. Consulta con tu dentista de manera regular; por lo general, dos veces al año. Durante estos controles, tu dentista puede analizar tus dientes o dentadura postiza y limpiarlos.
Preparación para la consulta
Si consultas a tu dentista por el mal aliento, estos consejos pueden ayudarte:
- Los dentistas suelen preferir las citas matutinas para evaluar el mal aliento. Esto disminuye las posibilidades de que los alimentos que comes durante el día afecten el examen.
- En la cita, no uses perfume, lociones con esencia ni labial o brillo labial con sabor, ya que estos productos pueden enmascarar los olores.
- Si tomaste antibióticos en el último mes, consulta con tu dentista para ver si necesitas reprogramar la cita.
Qué esperar del dentista
Es probable que, para empezar, tu dentista te consulte sobre tus antecedentes médicos con preguntas como estas:
- ¿Cuándo empezaste a tener mal aliento?
- ¿Está presente a veces o todo el tiempo?
- ¿Con qué frecuencia te cepillas los dientes o lavas la dentadura postiza?
- ¿Con qué frecuencia utilizas hilo dental?
- ¿Qué tipos de alimentos comes con más frecuencia?
- ¿Qué medicamentos y suplementos tomas?
- ¿Qué enfermedades tienes?
- ¿Respiras principalmente por la boca?
- ¿Roncas?
- ¿Tienes alergias o problemas en los senos paranasales?
- ¿Cuál crees que podría ser la causa del mal aliento?
- ¿Han notado otras personas tu mal aliento? ¿Lo han comentado?
Debes estar preparado para responder estas preguntas a fin de que puedas aprovechar al máximo la cita.