Diagnóstico
El médico podría diagnosticar el pie de atleta con solo mirarlo. Algunos tipos de pie de atleta puede tener el aspecto de piel seca o dermatitis. Para ayudar a confirmar el diagnóstico y descartar otras afecciones, el médico podría tomar una muestra de piel de la zona afectada para examinarla en un laboratorio.
Tratamiento
Si el pie de atleta no responde a los productos de venta sin receta ni a los cuidados personales, es posible que tengas que acudir al médico para que te recete una crema o un ungüento, como clotrimazol, econazol (Ecoza) o ciclopirox (Loprox). Si tienes una infección más grave, el médico puede recetarte píldoras antimicóticas, como terbinafina o itraconazol (Sporanox, Tolsura). O puede que necesites tanto medicamentos tópicos como orales.
Modo de vida y remedios caseros
Estos consejos pueden ayudarte a aliviar los síntomas del pie de atleta o a evitar que se repitan:
- Mantén los pies limpios y secos. Lávate los pies dos veces al día y sécate suavemente con una toalla entre los dedos.
- Usa un producto antimicótico. Después de lavarte y secarte los pies, aplica un producto antimicótico. Se demostró que la terbinafina antimicótica (Lamisil AT) es muy eficaz. Otra opción es el clotrimazol (Lotrimin AF). Es posible que tengas que experimentar para encontrar el producto y la formulación (ungüento, gel, crema, loción, polvo o espray) que te funcione mejor. Aplica el producto sobre la piel afectada según las indicaciones, normalmente dos veces al día hasta una semana después de que desaparezca la erupción. Pueden pasar de 2 a 4 semanas antes de ver los resultados. Si la afección vuelve a aparecer, es posible que tengas volver a aplicar el producto.
- Cámbiate los calcetines regularmente. Cámbiate los calcetines al menos una vez al día y más a menudo si te sudan mucho los pies.
- Usa calzado ligero y con buena ventilación. Evita los zapatos hechos de material sintético, como el vinilo o la goma. Usa sandalias cuando sea posible para que los pies se aireen.
- Alterna los pares de zapatos. Usa un calzado diferente cada día. De este modo, el calzado tendrá tiempo para secarse después de cada uso.
- Protégete los pies en lugares públicos. Usa sandalias o zapatos impermeables alrededor de las piscinas públicas, las duchas y los vestuarios.
- Trata de no rascarte el sarpullido. Puedes tratar de aliviar la comezón en los pies al sumergirlos en agua fría.
- No compartas zapatos. Compartirlos aumenta el riesgo de propagar una infección por hongos.
Preparación para la consulta
Tu médico de cabecera o un especialista en piel (dermatólogo) pueden diagnosticar el pie de atleta. Ninguna preparación especial es necesaria antes de una consulta para el diagnóstico del pie de atleta.
Qué puedes hacer
Antes de la consulta, es posible que desees anotar una lista de preguntas para realizarle al médico: Por ejemplo:
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
- ¿Se necesitan realizar pruebas para confirmar el diagnóstico?
- ¿Qué tratamientos existen?
- ¿Esta afección es temporal o duradera?
- ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me recetó?
- ¿Puedo esperar para ver si la afección desaparece por sí sola?
- ¿Qué puedo hacer para evitar que la infección se propague?
- ¿Qué rutinas de cuidado de la piel me recomienda hasta que la afección sane?
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga preguntas como las siguientes:
- ¿Cuándo notaste los síntomas por primera vez?
- ¿Qué apariencia tenía el sarpullido cuando apareció por primera vez?
- ¿El sarpullido duele o pica?
- ¿Hay algo que parezca mejorar tus síntomas?
- ¿Hay algo que, al parecer, los empeore?
- ¿Hay algún familiar que también tenga pie de atleta?
- ¿Estuviste en piscinas, vestidores, saunas u otros lugares en los que pudiera transmitirse el pie de atleta?