Diagnóstico

Un examen médico y una radiografía simple de tórax pueden ser todo lo que se necesita para diagnosticar la atelectasia. Sin embargo, se pueden realizar otras pruebas para confirmar el origen de los síntomas o determinar el tipo o la gravedad de la atelectasia.

Estas pruebas incluyen:

  • Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada puede ser mejor que una radiografía para encontrar la causa y el tipo de atelectasia.
  • Oximetría. Esta prueba simple emplea un dispositivo pequeño que se coloca en uno de los dedos para medir el nivel de oxígeno en la sangre. Ayuda a determinar la gravedad de la atelectasia.
  • Ecografía del tórax. Esta prueba utiliza ondas sonoras para crear imágenes detalladas de las estructuras internas del tórax. Se presiona un pequeño dispositivo de mano contra tu pecho y se mueve según sea necesario para capturar las imágenes. Puede encontrar las causas de la atelectasia, como el neumotórax, donde el aire se filtra hacia el espacio entre los pulmones y la pared torácica, y el derrame pleural, donde se acumula líquido alrededor de los pulmones.
  • Broncoscopía. Durante esta prueba, se pasa por la garganta una sonda una sonda flexible e iluminada. Le permite a tu médico ver qué podría estar causando una obstrucción. Las posibles causas incluyen un tapón mucoso, un tumor o un cuerpo extraño. Esta prueba también puede servir para eliminar obstrucciones.

Tratamiento

El tratamiento de la atelectasia depende de la causa. La atelectasia leve puede desaparecer sin tratamiento. A veces, se utilizan medicamentos para aflojar y diluir la mucosidad. Si la afección se debe a una obstrucción, es posible que necesites cirugía u otros tratamientos.

Fisioterapia torácica

La fisioterapia torácica, también llamada terapia física torácica, es un grupo de técnicas de limpieza de las vías respiratorias. Te ayudan a respirar profundamente después de la cirugía para expandir el tejido pulmonar colapsado. Es mejor aprender estas técnicas antes de la cirugía.

Estas técnicas incluyen:

  • Realizar ejercicios de respiración profunda con un dispositivo manual llamado espirómetro de incentivo, seguidos de tos profunda para ayudar a despejar los pulmones. Esta técnica puede ayudar a eliminar la mucosidad y otras secreciones. Y puede ayudar a que el pulmón vuelva a su tamaño más grande.
  • Posicionar el cuerpo de una manera en que la cabeza quede por debajo del tórax. Esto permite que la mucosidad drene mejor desde la parte inferior de los pulmones.
  • Dar golpecitos sobre la zona colapsada para aflojar la mucosidad. Esta técnica se llama percusión. También puedes utilizar dispositivos mecánicos para eliminar la mucosidad, como un chaleco vibrador de pulso de aire o un instrumento manual.

Cirugía

Aspirar la mucosidad o realizar una broncoscopía puede eliminar las obstrucciones de las vías respiratorias. Durante la broncoscopía, el médico guía suavemente un tubo flexible por la garganta para limpiar las vías respiratorias.

Si un tumor causa atelectasia, el tratamiento puede consistir en extirpar o reducir el tumor durante la broncoscopía, lo que puede incluir cirugía. Es posible que se necesiten o no otros tratamientos contra el cáncer, como quimioterapia o radiación.

Tratamientos respiratorios

En algunos casos, es posible que sea necesaria una sonda endotraqueal.

Un dispositivo de presión positiva continua sobre las vías respiratorias puede ayudar a algunas personas que están demasiado débiles para toser y tienen niveles bajos de oxígeno, también llamado hipoxemia, después de la cirugía.

Preparación para la consulta

A menos que necesites atención médica de emergencia, lo más probable es que primero acudas a tu médico de familia. Sin embargo, es posible que cuando llames para pedir una cita médica, te remitan de inmediato a un neumólogo. Se trata de un médico especializado en afecciones pulmonares.

A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita.

Lo que puedes hacer

Para prepararte para la cita médica, elabora una lista de lo siguiente:

  • Los síntomas que tengas, incluidos los que no parezcan relacionados con el motivo de la cita.
  • Cuándo comenzaron los síntomas y qué estabas haciendo en este momento.
  • Todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomas.
  • Preguntas para tu médico.

Preguntas para hacerle al médico

Haz a tu médico preguntas como las siguientes:

  • ¿Qué podría estar provocando mis síntomas o mi afección?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesitan hacerme?
  • ¿Qué tratamiento recomienda?
  • ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
  • Tengo otras enfermedades. ¿Cuál es la mejor manera de controlar estas enfermedades de manera conjunta?
  • ¿Hay restricciones en la alimentación o en las actividades?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme?
  • ¿Qué sitios web me recomienda?

Durante la cita médica, no dudes en hacer preguntas si no entiendes algo o necesitas más información.

Qué esperar de tu médico

Es probable que el médico te haga varias preguntas, como las siguientes:

  • ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
  • ¿Tienes síntomas de forma constante o aparecen y desaparecen?
  • ¿Qué intensidad tienen los síntomas?
  • ¿Tuviste fiebre?
  • ¿Hay algo que te haga sentir mejor?
  • ¿Hay algo que empeore los síntomas?

Si es posible, asiste a la cita médica con un familiar o un amigo para que te ayuden a recordar todo lo que se diga.