A menudo, un trasplante de hígado es la mejor solución para aquellas personas que padecen una insuficiencia hepática, especialmente si otros enfoques como la medicación o la cirugía no han ayudado.
El equipo de trasplantes te evaluará para determinar si un trasplante de hígado puede ser seguro y beneficioso en tu caso. La evaluación integral incluye análisis de sangre, estudios de diagnóstico por imágenes y otros exámenes. Los médicos revisarán la función del corazón-pulmón. Y te revisarán para detectar otros trastornos graves, como infecciones crónicas, cáncer y enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos (cardiovasculares).
La mayoría de las personas evaluadas resultan ser elegibles para un trasplante de hígado. Tus médicos y el equipo de trasplantes trabajarán contigo para promover el bienestar, reducir los riesgos y mejorar tus resultados después del trasplante de hígado. Un miembro del equipo de atención médica hablará contigo acerca de la importancia de tomar los medicamentos inmunosupresores (contra el rechazo) para evitar que tu cuerpo rechace el hígado.