Descripción general

Un ataque de asma es un empeoramiento repentino de los síntomas del asma. El asma es una afección crónica que dificulta la respiración porque se estrechan las vías respiratorias en los pulmones. Los síntomas de un ataque de asma incluyen tos, silbido del pecho, opresión en el pecho y dificultad para tomar suficiente aire.

Estos síntomas aparecen porque los músculos que rodean las vías respiratorias se contraen, las vías respiratorias se irritan e inflaman, y el recubrimiento de las vías respiratorias produce un líquido llamado mucosidad. Todos estos factores causan dificultad para respirar.

Las personas que ya han sido diagnosticadas de asma, por lo general, tienen un plan de acción para casos de ataques de asma. En este plan, se indica qué medicamentos tomar en ese caso y cuándo se debe recibir atención médica de emergencia. Las personas que no tienen un diagnóstico o un plan de tratamiento deben recibir atención médica de emergencia si presentan esos síntomas.

Si una persona sufre ataques de asma frecuentes significa que la afección no está controlada. Un profesional de la salud podría realizar cambios en los medicamentos y en el plan de acción en casos de un ataque de asma para tenerlo más controlado.

Un ataque de asma también se conoce como agudización del asma o brote de asma.

Síntomas

Entre los síntomas del asma, se incluyen los siguientes:

  • Falta de aire.
  • Dolor u opresión del pecho.
  • Tos.
  • Sibilancia.

Los síntomas graves también pueden ser los siguientes:

  • Dificultad para respirar
  • Dificultad para hablar debido a la falta de aire
  • Esfuerzo excesivo con los músculos del pecho para respirar
  • Empeoramiento de los síntomas al estar acostado boca arriba
  • Sudoración excesiva

El resultado de una prueba en el hogar, llamada medidor de flujo espiratorio, puede ser un signo importante de un ataque de asma. Este dispositivo mide la rapidez con la que puedes exhalar el aire de los pulmones. Las lecturas del flujo espiratorio máximo, por lo general, son un porcentaje del nivel máximo en que funcionan tus pulmones. A esto se le llama el mejor flujo espiratorio máximo.

Un plan de acción para casos de ataques de asma muchas veces incluye instrucciones basadas en la lectura del flujo espiratorio máximo. Si la lectura del mejor flujo espiratorio máximo está por debajo del 80 %, esto puede ser un signo de un ataque de asma.

Cuándo debes consultar con un médico

Un plan de acción para casos de ataques de asma te indica cuándo debes llamar a un profesional de la salud o pedir atención médica de emergencia. Un plan se divide en tres partes con códigos en colores:

  • Verde. La zona verde del plan es para los casos en los que te sientes bien y no tienes síntomas de asma. El plan te indica qué dosis del medicamento de control a largo plazo debes tomar cada día. También te indica cuántas inhalaciones debes realizar con el inhalador de alivio rápido antes de hacer actividad física. Si usas un medidor de flujo espiratorio, las lecturas deben ser del 80 % o más de tu mejor valor.
  • Amarillo. La zona amarilla te indica qué debes hacer si tienes síntomas de asma. Te explica cuándo debes usar un inhalador de alivio rápido y cuántas inhalaciones realizar. También describe qué hacer si tus síntomas no mejoran y cuándo llamar a tu equipo de atención médica. Las lecturas del flujo espiratorio máximo están entre el 50 % y el 79 % de tu mejor valor.
  • Rojo. La zona roja te indica que debes buscar atención médica de emergencia cuando los síntomas son graves o si los síntomas empeoran o no mejoran después de usar un inhalador de alivio rápido. Las lecturas del flujo espiratorio máximo están por debajo del 50 % de tu mejor valor.

Si no tienes un plan de acción para casos de ataques de asma, pide atención médica de emergencia si los medicamentos de alivio rápido no están aliviando los síntomas.

Revisiones médicas para tener el asma bajo control

Es importante que asistas a las citas médicas con tu profesional de la salud de manera regular. Si tus ataques de asma están controlados, quizás puedas tomar dosis más bajas de los medicamentos. Si estás usando un inhalador de rescate demasiado seguido para tratar los ataques de asma, es posible que necesites realizar cambios en tu plan de acción para casos de ataques de asma. Estos cambios podrían incluir un nuevo medicamento o una dosis más alta de un medicamento.

Causas

Generalmente, el asma es una enfermedad de por vida que consiste en la inflamación de los pulmones provocada por una respuesta exagerada del sistema inmunitario. La inflamación en los pulmones se debe a la rigidez de los músculos que rodean las vías respiratorias, la hinchazón de los tejidos de las vías respiratorias y la eliminación de una mucosidad que bloquea las vías respiratorias. Cuando esto ocurre, hay dificultades para respirar.

Los ataques de asma ocurren cuando un desencadenante hace que el sistema inmunitario entre en acción. Algunos desencadenantes pueden ser los siguientes:

  • Reacción alérgica al polen, a ciertas mascotas, al moho, a las cucarachas y a los ácaros del polvo
  • Resfriados, gripe y otras enfermedades que afectan la nariz, la boca y la garganta
  • Humo de tabaco
  • Aire frío y seco
  • Ejercicio físico
  • Una afección llamada enfermedad por reflujo gastroesofágico en la que los ácidos del estómago ingresan al conducto que está entremedio de la boca y del estómago
  • Contaminación o sustancias químicas irritantes en el aire
  • Analgésicos, como aspirina y antiinflamatorios no esteroides, y otros medicamentos
  • Depresión o ansiedad

Factores de riesgo

Toda persona con asma corre el riesgo de sufrir un ataque. Los factores que pueden aumentar el riesgo son los siguientes:

  • Alergias mal controladas
  • Exposición a desencadenantes del entorno
  • Omisión de los medicamentos diarios para el asma
  • Uso incorrecto del inhalador
  • Depresión o ansiedad persistentes
  • Otras enfermedades de larga duración, como la diabetes o enfermedades cardíacas

Complicaciones

Los ataques de asma afectan tanto a la salud de las personas como a su calidad de vida. Los problemas pueden incluir los siguientes:

  • Faltar a clases o al trabajo
  • Hacer consultas de emergencia o urgencia con frecuencia
  • Tener el sueño interrumpido
  • Experimentar limitaciones con respecto al ejercicio frecuente o a actividades recreativas

Los ataques de asma graves pueden provocar la muerte. Los ataques de asma que ponen en riesgo la vida son más propensos en personas que toman medicamentos de alivio rápido regularmente, que tuvieron que asistir a la sala de emergencias o estuvieron hospitalizados para tratar el asma, o que tienen otras enfermedades crónicas.

Prevención

Una medida clave para prevenir los ataques de alergia es seguir el plan de acción para el asma:

  • Toma todos los días tus medicamentos para controlar el asma a largo plazo.
  • Registra las lecturas de flujo espiratorio máximo, tal como te explicaron.
  • Toma el medicamento de alivio rápido antes de hacer ejercicio, tal como te explicaron.
  • Usa los medicamentos de alivio rápido de la manera en la que se explica en tu plan.
  • Lleva un registro de la frecuencia con la que tomas los medicamentos de alivio rápido.

Tus observaciones sobre la eficacia del plan permiten que el profesional de la salud te adapte el tratamiento para prevenir ataques de asma.

Entre otras medidas para prevenir ataques de asma, se incluyen las siguientes:

  • Evita los desencadenantes tanto como sea posible.
  • Permanece en lugares cerrados cuando hay avisos de aire de mala calidad.
  • Hazte pruebas para saber si tienes otras alergias y toma los medicamentos contra ellas tal como te explicaron.
  • Lávate las manos con frecuencia para disminuir el riesgo de resfriarte o engriparte.
  • Mantente al día con las vacunas, que incluyen las vacunas anuales contra la gripe y la COVID-19, y cualquier otra que te haya recomendado el profesional de la salud.
  • Recibe tratamiento para la depresión, la ansiedad y otras afecciones vinculadas.
  • Si fumas, deja de hacerlo.
  • Usa una mascarilla mientras hagas la limpieza.
  • Tápate la boca con una bufanda o mascarilla en los días fríos.